Muchos recordamos los consejos de nuestros abuelos de no guardar en los bolsillos las moras o evitar acercarnos a los frutos del nogal cuando aún estaban verdes, ya que manchaban nuestra ropa y prácticamente era imposible limpiarlas.
Pues este conocimiento, que ha pasado de generación en generación, fue aprovechado por nuestros ancestros para teñir de forma natural sus prendas de vestir con vistosos colores, aprovechando las plantas y animales que estaban en su entorno.